Julio César Hernández
Si con la premura e improvisación con que convocaron ayer a los medios de comunicación para presentarles la maqueta del proyecto vial de la zona de La Minerva se va a efectuar esta obra, tengamos la seguridad de que será un verdadero fracaso.
Vamos, constataremos simplemente que es una obra “sin pies ni cabeza”. Porque está llena de absurdos y porque es fiel reflejo de cómo se han hecho las cosas en la presente administración municipal en Guadalajara.
Absurdo es que asegurando que estaba completamente socializada esta obra, aprobaran extender su socialización un mes más, como si eso bastara para convencer a todos los opositores -que son muchos- de las bondades de la obra; absurdo es que ante la creciente ola de inconformidad y oposición a la misma, las autoridades municipales no se atrevan a dar marcha atrás y alarguen su agonía con presuntas encuestas que a nada llevarán; absurdo es que digan que convoquen a presentar una maqueta de la que pudiera ser una de las obras públicas más importantes de la actual administración, apenas pocas horas antes de hacerlo, “sacándosela de la manga”; absurdo es que antes que presentársela a los inconformes de la zona, para aclarar sus dudas, lo hayan hecho a los medios; y absurdo es que la presentación haya sido en Palacio Municipal y no en la zona de La Minerva, dejándola ahí, en el centro de la ciudad,para quien desee ir a verla… aunque viva hasta la zona de la Minerva.
Pero más absurdo es pretender hacer una obra de casi 500 millones de pesos cuya única ventaja será -al menos así lo destacó el secretario de Obras Públicas, Juan Carlos Uranga- ahorrarle al automovilista ¡diez segundos! al ya no  rodear la glorieta de la Minerva sino pasar por debajo de ella.
Ante esta cadena de absurdos, ¿por qué no aceptar ya públicamente que esta obra no se efectuará y que está “muerta” antes de “nacer”? Total, ya se les ocurrirá qué anotar en el informe del alcalde Aristóteles Sandoval el próximo 14 de diciembre.